martes, 2 de marzo de 2010

La Argentina cayó ante la efectividad del corto holandés

El seleccionado nacional se estrelló contra un muro y, para peor, sufrió la fiereza de un especialista implacable. Guus Vogels, el arquero, y Taeke Taekema, el eficaz tirador de córners, explican el frustrante debut en el Mundial de la Argentina, que cayó ante Holanda por 3 a 0.

El conjunto de Pablo Lombi ya estaba avisado de la excelencia de estos dos jugadores rivales, pero se quedó con un sabor amargo porque no aprovechó las situaciones que creó. Los números lo dicen todo: la Argentina dejó pasar sus seis córners; Holanda, en cambio, usufructuó las tres ocasiones de jugada fija, todas a cargo de Taekema, que sentenció su primer disparo al ángulo derecho y los otros dos a la tabla.

"Lo más importante era no generar pérdidas en lugares donde ellos pudieran contraatacar rápido, porque ese aspecto del juego y el córner corto es lo mejor que tienen", había advertido el defensor Juan Martín López.

Pues bien, ya no hay demasiado margen para los lamentos: mañana llegará el segundo duelo ante Corea del Sur, que igualó 2-2 con Alemania. En el restante partido del Grupo A jugado ayer, Nueva Zelanda batió a Canadá por 3-2.

Dentro de la prudente -y realista- aspiración del conjunto nacional, que consiste en finalizar entre los ocho primeros, la Argentina apunta a imponerse en ese mini-Mundial que animan también canadienses y neozelandeses. El que salga airoso de este virtual triangular dentro del Grupo A podrá sentir que el objetivo está cumplido.

Es cierto que la goleada en contra opaca cualquier mérito. Pero el seleccionado nunca se vio desbordado ante una potencia como lo es Holanda, tres veces campeón mundial y Nº 4 del ranking. Siempre le jugó de igual a igual, aunque claro: mostró déficits en ambas áreas, sobre todo en la definición.

El primer gol de Holanda, a los 13 minutos, se concretó por un error arbitral, ya que los jueces no cobraron un córner largo en favor de la Argentina en la jugada previa al primer bombazo de Taekema. De nada sirvió el pedido de Matías Paredes para que se recurriera al Video Ref, dispositivo que en el hockey está siendo tan influyente como el Ojo de Halcón en el tenis. La pareja arbitral decidió ignorar el reclamo y Holanda urdió el rápido contraataque que derivó en la apertura del marcador.

El ahínco argentino por igualar, a fuerza de variantes de córner y constantes incursiones al círculo, terminó naufragando por los reflejos de Vogels. Se pagó el precio ante un conjunto mucho más experimentado, que no perdona la ineficacia ni los momentos de duda.

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